sábado, 22 de noviembre de 2014

AdueñArte

Pasamos una vida ciegos,
Fijamos la mirada en un error sin percatarnos que nuestro futuro nos camina por un lado en dirección a su próxima clase.
Nos enfocamos en un perfume que luego solo vamos a querer olvidar.
Enredamos la mente, la forzamos a pensar en quien no quiere.

Nos arruinamos canciones dedicándoselas a las personas equivocadas,
Perdemos horas, días y noches estancados en quien no deberíamos.

El único consuelo que queda es que no somos los únicos,
Todos nos ramificamos, todos cometemos los mismos errores,
Todos tenemos un pasado en una bolsa.

Podría decirse que pasamos la vida conociendo personas con las cuales compararemos a esa "indicada".

Caminamos al cine de la mano de un recuerdo cuando probablemente quien de verdad merece estar sosteniendo tu mano está saliendo de esa misma sala junto a una mano diferente.

El problema es que nada nos asegura que la siguiente persona será la que en realidad nos toca, 
Pero de eso se trata todo, de tener la fe y las ganas suficientes como para decir "por ti arriesgaría perder mi tiempo".

Todo pasa y te vas dando cuenta que el tiempo junto a esa persona no se siente como perdido,
Sientes que lo estás ganando,
Que preferirías botar el reloj por la borda al estar juntos,
Sientes que ya no existen las agujas.

Te acuestas y transformas el techo en una pantalla,
Proyectas en el todo lo que has vivido,
Todas las caras que has tocado y caes en cuenta que solo quisieras seguir viendo la que tienes a tu lado.

A veces los detalles más importantes se esconden detrás de lo que vemos,
Mientras le das color a esa persona que se sienta frente a ti en el salón, probablemente afuera, vestida de blanco y negro, está quien se adueñará de tu arte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario